¡Hola!
Espero que estéis arrancando la semana con ganas. Estoy convencido de que este post al menos os aportará información útil y amena que os ayudará a alcanzar todo el optimismo que se puede tener un lunes por la mañana.
La semana pasada, en concreto el día 16 de septiembre, publiqué un post que trataba sobre la preparación mental y física previa a las competiciones. En dicho post aportaba algunas claves para prepararse en los momentos previos a competir, que siempre son complicados de manejar, por factores como los nervios o la preocupación por no rendir al máximo por algo que pueda surgir. Aquí te dejo el enlace por si quieres leerlo:
Una preparación completa y adecuada para alcanzar el máximo nivel al competir incluye, tanto en el plano mental como el físico o el técnico-táctico, una fase previa; un durante, que es la que vamos a tratar hoy en profundidad y un post, que es la fase posterior al partido y la que, por desgracia muchas veces se deja de lado o no se realiza correctamente. Le dedicaré un artículo detallado a esta última fase (el post) un poco más adelante.
Como indicaba anteriormente, hoy vamos a tratar la fase intermedia, que es durante la competición. Este tema es muy interesante y extenso y, por tanto, imposible de resumir en un post. Por tanto, aquí voy a centrarme en 1 aspectos fundamental: la respiración.
Cuando compites, ¿eres consciente de tu respiración? Sea cual sea tu deporte, es necesario que respires correctamente y de forma consciente cuando entrenes, así como cuando compitas. Obviamente, no basta con pensarlo y mentalizarse de ello, sino que es un mecanismo que debemos incorporar a nuestra práctica diaria. Es como todo, cuanto más lo entrenemos y más conscientes seamos de ello, menos nos costará ponerlo en práctica.
La competición nos exige dar el máximo a todos los niveles, por ello la demanda de oxígeno que requiere nuestro cuerpo en este contexto es alta.
Uno de los errores más comunes que se cometen al competir es dejar de respirar o coger menos aire de lo habitual en los momentos de mayor exigencia física y mental. Por poner un ejemplo del deporte que mejor conozco, que es el tenis, es frecuente que al jugar un punto muy intenso, con largos intercambios que exijan correr mucho y con gran intensidad, el jugador deje de respirar o lo haga a una menor frecuencia. Esto provoca un nivel mayor de fatiga en el jugador, debido a que el cuerpo le quita flujo sanguíneo y oxígeno a los músculos. Asimismo, el nivel de ansiedad del jugador va aumentando ante esta situación, al notar que se va moviendo cada vez con más dificultad por el cansancio. Esta carencia de oxígeno también puede hacer que nuestro cerebro perciba la misma como una alerta por amenaza, lo cual puede incrementar el nivel de ansiedad del deportista.
Aquí os indico algunas claves para respirar correctamente al competir. Utilizo ejemplos de tenis que se pueden extrapolar a otros deportes:
Inspira por la nariz, espira por la boca. Es decir, coge aire antes de golpear la pelota y suéltalo al golpear. En los momentos en los que no estás golpeando la pelota y en los descansos, regula tu respiración en función de si tienes que correr mucho, poco, la intensidad, etc, pero nunca dejes de respirar. Si te acostumbras a inspirar usando la respiración diafragmática (es decir, hinchando el abdomen al coger aire en lugar del pecho), será aún mejor porque harás que tu cuerpo y tu mente se relajen.
Practica tu respiración cuando entrenas, no solo cuando compites. Primero simplemente observa tu respiración para tomar consciencia de cómo lo haces. Después, haz los ajustes necesarios hasta que encuentres el ritmo que te vaya mejor y en el que notes que te fatigas menos.
Tras un punto intenso en el que hayas utilizado mucha energía, respira profundamente y de forma consciente para recuperar oxígeno y calmar tu mente, manteniéndote en el momento presente.
Bien, hasta aquí el post de hoy. Si te ha gustado, por favor, suscríbete y regálame un like y/o un comentario. Espero que te haya servido y que te ayude a arrancar con fuerza y energía la semana.
¡Un abrazo y hasta pronto!
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